sábado, 17 de abril de 2010

Un Premio a la Voluntad... and Say No More

Charly García, del Concierto Subacuático a Santa Fe
Un premio a la voluntad... and Say No More
 El renombrado artista visitará la ciudad el próximo sábado, para actuar sobre el escenario del estadio cubierto de Unión. En la previa, dialogó en exclusiva con El Litoral para contar su presente y lo que se viene.

Charly García se presentará en Santa Fe el próximo sábado 24 de abril, en el estadio cubierto Ángel P. Malvicino del Club Atlético Unión. Anticipando dicha actuación, El Litoral dialogó con este protagonista de la música nacional: de sus proyectos futuros al recuerdo de María Gabriela Epumer, pasando por su disco inédito “Kill Gil”, García muestra en la charla el buen momento que vive.

—¿Cómo va a ser este show? ¿Parecido al Concierto Subacuático?

—Va a ser más parecido a lo que hicimos en el Luna Park. Si bien tiene la estructura del Subacuático, cambiamos varias canciones, incluimos un tema nuevo. Así que sin llegar a ser muy, muy diferente, es diferente.

— Estás con presentaciones a full en el país y afuera. ¿Qué viene después de esta gira?

— Nos vamos a Israel, y después México, Estados Unidos. Estoy realmente a full, como decís: la cosa arrancó bien y sigue bien, cada show es mejor, así que el de Santa Fe va a ser buenísimo.

— La respuesta de la gente es bárbara.

—Sí, es buenísima. Y lo mejor es que con la banda tenemos ya un afiate increíble.

— ¿Y con Israel, qué expectativa tenés?

— No sé, supongo que habrá una comunidad argentina o latina. Estuve con el organizador, y parece que también van a venir muchos israelíes a los que les gusta mucho mi música, aunque no entiendan nada de lo que digo.

— La música trasciende el idioma...

— Es verdad.

— ¿Estás trabajando en nuevo material?

— Ya en el show tenemos una canción nueva que se llama “La medicina del amor”. Con tanto laburo es difícil ponerse a componer, pero están saliendo cositas.

— Pero todavía no está el plan de sentarse a pensar solamente en canciones nuevas.

—Todavía no: todavía estoy como “en gira”. Cuando pare la gira... bueno, seguramente en la gira misma van a empezar a surgir cosas: siempre surgen. A nosotros nos encanta tocar temas nuevos, hay que producirlos, nada más.


Disco fantasma

— ¿Del material de “Kill Gil” va a haber algo?

— Tenemos muchas ganas de meter algo de “Kill Gil”, porque realmente es un disco fantasma casi; no te puedo asegurar para Santa Fe, pero seguramente en las próximas presentaciones pongamos algo. Realmente es una perla, y nunca salió. Creo que es injusto, merece salir: en algún momento va a salir.

— ¿Creés que se va a editar como vos querés? Porque la que anda dando vueltas no es la mezcla tuya...

—Va a salir como yo quiero. Creo que lo que está dando vueltas está bueno igual, pero hay varias versiones, se va a editar la oficial, la que tiene la aprobación mía y la de Andrew Oldham.

— Vos seguiste trabajando...

—Sí, lo seguimos puliendo y poniéndole cosas.

— Hiciste algunos de los discos y conciertos más importantes de la música nacional. ¿De donde sacás las pilas para seguir en carrera?

—Yo vengo de un momento bastante difícil, y tuve que ponerme las pilas para todo, para la vida. En un momento dudé de si iba a tocar de nuevo. Pero fue empezar y no paré más: cada vez está mejor el asunto.


Regresos y Recuerdos

— ¿En qué te apoyaste en ese momento difícil para volver a la senda?

— En querer tocar de nuevo, hacer shows, ubicarte en el lugar en que creés que podés estar. Para eso hace falta mucho trabajo, y yo le di con todo: este reconocimiento que tengo ahora es un premio a mi voluntad, también.

— Y apoyarte en gente y en tus músicos, con los que tenés una relación especial.

—Sí: más bien que los amigos y todo eso... Bueno, ese momento ya pasó, ahora ya estoy rumbeándome solo. Igual, siempre estoy con mis músicos y los amigos están por ahí, pero creo que de lo que más tengo ganas es de empezar a componer de nuevo. Eso estoy esperando, que venga esa chispa.

— Tanto en los malos como en los buenos momentos la debés extrañar a María Gabriela...

— Siempre la extraño: el otro día estaba en la casa de Juanse y escuchábamos los discos, “La hija de la lágrima”: nos acordábamos mucho de María Gabriela, por supuesto.

— En algún show que estuvo bueno dirás “cómo no está acá para compartirlo”.

— Sí, la verdad.


Escena actual

— ¿Cómo ves el panorama de la música argentina en el que te estás reinsertando con todo?

— Lo veo medio de lejos, porque realmente no siento que pase demasiado. Pero apuesto a los chicos por supuesto, y a que hagan algo con originalidad, que es lo que me parece que falta un poco.

— ¿Qué es lo último que escuchaste y te llamó la atención?

—Uh, hace tanto que no escucho música... Lo último que me gustó y realmente me impactó fue Nirvana, con eso te digo todo.

— Ya hace más de 15 años...

— Hace bastante tiempo.

— El cambio tecnológico y en la industria discográfica afectó todo el panorama.

— Sí, por eso “Kill Gil” se perdió un poco por ahí. Creo que hay nuevas maneras de comunicar las cosas, y le guste a uno o no hay que ver qué pasa con eso. Las canciones son las canciones, eso no se puede negar. En el medio no sé: tal vez próximamente sea un chip, en vez de un CD. Pero eso está afuera de mi alcance: lo que yo hago es concentrarme en la música sin esperar nada.

— ¿Qué te queda entre los gustos que te querés dar? Algo que te quede por hacer en tu carrera.

—Vamos a tocar en el Madison Square Garden, ésa es una. Lo mismo esto de Israel, es rarísimo, eso me encanta: tocar para quien ya te conoce está bueno, pero públicos uno tiene que pelar mucho.

— Hay que llevar el concepto Say No More por el mundo...

— Es verdad, tenés toda la razón.

Fuente: El Litoral
gnacio Andrés Amarillo
iamarillo@ellitoral.com

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jueves, 1 de abril de 2010

Sobre la Polémica Arjona-Páez

Este sábado García hará su tercer Luna Park. Mientras, está a punto de confirmar unos shows en Nueva York, en el Forum del Madison Square Garden. El 12 de mayo actúa en Israel.

"Le pegó con un caño. Lo mató", dice Charly sobre las frases que Ricardo Arjona le dedicó a Fito Páez en la ya famosa polémica. El rosarino dijo entre otras cosas que el hecho de que Arjona hiciera 30 Luna Park y Charly dos, era un símbolo del aniquilamiento de la cultura de la ciudad; el cantante respondió entre otras cosas que Páez quiso ser Charly y no pudo, y que después quiso ser Almodóvar y tampoco pudo.

"Mirá -piensa las palabras -... Fito a veces se pone en un lugar de marcador de tendencias... Yo creo que Arjona hizo 32 mil Luna Park porque pega en un tipo de gente muy popular. Yo vengo de hacer un Vélez, o sea, 40.000 personas. no es una Trastienda. Por otro lado, la música no es una carrera. Cada artista tiene su importancia. Siempre hubo cantantes comerciales...

¿Y eso de que Fito quiso ser Charly García y no pudo...?

(Se ríe) La frase es de Arjona, eh... Cuanto mucho, yo te puedo decir que Fito es mi mejor alumno, pero que hace tiempo que tiene vida propia. En cuanto a las películas no sé, no las vi. Igual quiero dejar algo en claro (estira el cuello, acerca la boca al grabador): "De todas maneras, gracias Fito".


Fuente: Clarin

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Charly García: "Tenía el Alma Muy Escondida"


A solas con "Clarín", habló de todo. De su música, del tratamiento médico, de su novia, de la reconciliación con Andrés Calamaro y de su etapa tóxica. Dice que necesita hacer un click en su carrera.

Charly García sigue experimentando. Ahora experimenta que es otra persona. Y va a fondo. Parece que le sale cada vez mejor. No es ni siquiera una reconstrucción: es una construcción. Los médicos van aflojando la medicación: se expresa cada vez más nítido, su psicomotricidad mejora y la inteligencia aparece cada vez más afilada. Viene de dar dos muy buenos conciertos en el Luna Park (agregó función para este sábado) y Charly García -un genio que quedó atrapado en una megalomanía tóxica que lo dejó a un centímetro de la nada- dice que está feliz, que es bastante libre, que está enamorado, que quiere hacer un click en su carrera, que se reconcilió con Andrés Calamaro, que se quiere comprar una casa, que quiere viajar, que va a tocar en los
Estados Unidos e Israel... Todo esto dice Charly, y más. Sentado en una mesa del bar del aristocrático Museo Metropolitano, ahí, donde la calle Castex es un recorte de París, deja enfriar un café con leche, fuma en piloto automático y responde con la serenidad y la firmeza de los conversos. A veces, en sutiles brillos de su mirada, aparece Lucifer. Como flashes. Enseguida desaparece.

_¿Cómo estás?

_Bien, muy bien. Mirando la vida del lado bueno. Me están pasando tantas cosas... Creo que el segundo show del Luna Park fue uno de los mejores de mi vida. Hice Desarma y sangra a cuatro manos con Fito, la gente no se iba, y tuve que salir a tocar Canción para mi muerte solo, al piano. Muy emocionante.

_¿A cuánto quedó aquel concierto de Luján?

_Muy lejos. Eso fue super improvisado. Como una explosión. Ahí yo necesitaba probarme a mí mismo que podía tocar y cantar. Ese era mi desafío. El show fue un poco terrorista, sin seguridad, sin nada. Evolucioné mucho.

_¿Ahora el desafío sería que podés componer?

_Sí, sí, es el próximo desafío. Tengo algunos temas nuevos, los estoy terminando de a poco. Ya estrené uno en el Luna, no sé si le voy a poner La medicina del amor o La medicina del doctor...

_¿Y estás conforme?

_Sí, sí... Igual estoy buscando un click en mi carrera, algo que se aleje de lo que estoy haciendo ahora, que es presentar mi obra, un material de hace mucho tiempo, muy cuidado. Cualquier cosa que haga va a ser comparada con esa obra, y es un nivel muy alto... ¿Qué hacer entonces? Quizás empezar a componer a partir de mi banda, como hice en Piano bar: tocar en vivo en el estudio y aprovechar los músicos... Me gusta el rol de director de orquesta. Al tener una banda ensayada me puedo dedicar a lo fino, a lo sutil, al matiz. Que la banda ruja, y después sea un suspiro. Dedicarme a las texturas de las guitarras, los teclados, es decir, al arropamiento. En esa situación me siento como un director de orquesta e, incluso, como un compositor de orquesta. Ahí me siento fuerte.

_Gran parte de tu obra narra tu vida. De hecho, la canción nueva remite al proceso de recuperación ... ¿No estás limitado de alguna manera?

_Sí, por ahí agarro para otro lado. Hace mucho que no hago cuentos, por ejemplo, tipo Adela en el carrousel. Ficción. Porque está bueno hablar de la recuperación, pero es como cuando trataba temas políticos, que había que disfrazarlos para que no sean panfletos. Hay que encontrar la poesía en cada cuestión. Tengo muchas ganas de trabajar.

_¿Antes no?

_Antes estaba muy ensimismado, producto de la vida que llevaba. Agarraba una cosita chiquita y le daba y le daba hasta que brillaba. Ahora miro alrededor, y puedo apreciar más todo. Veo, qué sé yo, que puedo colaborar con alguien y hacer, ponele, una ópera, un espectáculo teatral. Estoy más reflexivo.

_¿Qué reflexionás?

_En el cerebro. Ahí está todo, también el alma. Mi alma antes la tenía escondida detrás del Say No More. Fue una etapa muy interesante, muy creativa... pero si seguía así me mataba. Toda esta nueva etapa me puso más en perspectiva, me volvió más autocrítico. Me fijo en cómo estoy cantando, cómo interpreto la canción, cómo puedo trasmitir el sentimiento con que la canción fue compuesta... En mis últimas épocas le dejaba la letra al público, yo cantaba dos o tres estrofas y chau... De alguna manera estaba malgastando mis canciones. Las maltrataba.

_Ahora que estás autocrítico, ¿cuál es tu peor disco o tu peor etapa?

_No, no sé. Creo que el público, la prensa, yo, estábamos muy obsesionados en dividir todo por bandas... Y ahora veo que todo lo mío es como una gran y única canción. Que puedo cambiar el vestuario, pero finalmente siempre soy el mismo. Cada etapa, cada banda, reflejó lo que yo quería decir. Ahora lo puedo ver mejor: por ejemplo, yo despreciaba mucho a Sui Generis, y ahora me doy cuenta de que hay canciones que son maravillosas... y proféticas: Cuando ya me empiece a quedar solo, Canción para mi muerte...

_¿Con quién hablás de música, aparte de tu banda?

_Con Pedro (Aznar) hablo mucho. Y con mi novia Mecha.

_¿Cómo estás con ella?

_Muy bien, muy enamorados.
Estamos viviendo casi juntos. Y tengo ganas de comprarme una casa con un estudio. Vamos a ver... Ahora que estamos hablando de Mecha... otro gran inspirador de canciones es el amor. Yo creo que es lo más fuerte, lo que más nutre las letras. Yo he escrito muchas canciones de amor, a favor y en contra. Ultimamente lo que uno escucha en el rock argentino son canciones de amor muy malas, donde el sentimiento está muy bastardeado.

_¿Quién te gusta de la nueva generación del rock argentino?

_Me ponés en un compromiso... ¡Me gustan los que no se parecen a mí ni a Calamaro!

_¿Te reconciliaste con Calamaro?

_Sí, hablamos. Era hora. El tiempo lima asperezas... ¿Viste cuando te peleás con alguien y ya te olvidaste de las causas? Eso nos pasó. Vino al Luna, iba a subir a cantar, pero al final se bajó.

_Hace poco, en una producción del Suplemento Sí, Pipo Cipolatti lamentaba que no te podía ver ... ¿Cuándo creés que vas a ser realmente libre?

_A los que no pueden ver, bueno ... estoy más visible de lo que parece. Son circunstancias de la vida. Soy libre, soy bastante libre. Con la música me siento libre, gozo los shows. Antes los conciertos eran muy... agresivos. En fin, estoy viajando, algo que como dijo Litto fortalece el corazón... Voy a tocar a los Estados Unidos, después a Israel... Esto es un proceso. Cuando salí de la clínica no podía tocar directamente. Era angustiante. Hice un esfuerzo enorme, pasito por pasito.

_Con la ayuda de Palito ...

_Con la ayuda de Palito y de otros amigos, pero en definitiva el que te ayudás sos vos... Mirá, el peligro es volver a la cocaína. La vengo llevando muy bien. No es fácil, pero hace años que no la veo.

_¿Te da ganas a veces?

_A veces sueño con la cocaína.

_¿Soñás?

_Es una lucha. Sé que si vuelvo va a ser terrible. Voy a tirar abajo todo este laburo, todo este esfuerzo.

_¿Qué dicen los médicos? ¿Cuándo vas a prescindir de cualquier químico?

_Cada vez me van sacando más medicación. En algún momento no voy a tomar nada. Voy despacio. No soy un monje: ya puedo tomar un poco de vino, un poco de champagne. Como lo que quiero, aunque estoy en una especie de régimen, porque no quiero engordar. Practico natación, kinesiología, terapia cognitiva. Hago todos los deberes. Hay un tema que no puedo resolver.

_¿Cuál?
_No puedo dormir. Me cuesta. Necesito muchos medicamentos para poder dormir.

_¿Siempre fue así?

_Toda mi vida.

La frase llega acompañada por ese brillo fugaz en la mirada. ¿Un rasgo del viejo Charly García? Quien quiera que sea este señor lúcido y gentil, ahora se va por Castex. El otoño estalla en la arboleda. Y todo esto, este proceso, este real aguante, suena a una buena canción de Charly. Ni Mr. Jones, ni el de Viernes 3 A.M. ni mucho menos Natalio Ruiz. La canción se está escribiendo en este mismo instante.


Fuente: Clarin

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viernes, 19 de marzo de 2010

Charly García en el Luna Park: Nuevos Trapos

El músico dio el primero de sus tres shows en el Luna Park, en el mejor de sus conciertos desde su regreso. Crónica


Foto de Leo Vaca.
 
Final de un ciclo. En lo que fue su mejor recital desde su regreso en Perú, Charly García volvió al Luna Park, quizás el lugar, junto con el estadio de Ferro y el Teatro Gran Rex, donde brindó sus shows más recordados y perfectos (desde el Adiós Sui Géneris hasta la presentación de Influencia, pasando por los estrenos de Clics modernos y Piano Bar). Un concierto memorable, con un Say No More de un humor brillante, más activo en escena, y con un grupo de apoyo aceitadísimo.


Ya en el inicio, el telón prometía sorpresas: figuras femeninas que se asomaban a contraluz en el aire, llevando al indoor la puesta en escena que Pichón Baldinú había planeado para Vélez Sarsfield, y que quedó malograda por la lluvia. Acto seguido, el telón que cayó, y todos los músicos enfrascados en sendos trajes plateados, que volaron en el preciso instante en el que el Bicolor salió al tablado. La lista de temas de García fue casi la misma, pero con variaciones en el orden. Así, la apertura fue con "Demoliendo hoteles" y no con "El amor espera", salió del set "Canción de 2 X 3" (una pena) y llegaron "Filosofía barata y zapatos de goma" y la olvidada "Nuevos trapos" ("Un tema de cuando era moderno"), y hasta hubo un estreno: "La medicina", puro soul nacional de la mano de un gran solo de Hammond del Zorrito Vön Quintiero.
Volviendo a la puesta en escena, un andamio elevó a García en "No soy un extraño" hacia los techos del Luna Park y, en "Pasajera en trance", dos bailarinas surcaron los aires del lugar sujetadas por arneses. Espectacularidad para un show que quiso trascender lo musical, y lo logró.

Además, los invitados. Tras una potente toma de "Fanky", León Gieco subió para hacer "Los Salieris de Charly" (luego del estribillo "Somos del grupo Los Salieris de Charly, le robamos melodías a él" un jocoso García se preguntaba "¿A mí?") y "El fantasma de Canterville" (fuera de programa, o como dijo Charly, "Me entusiasmé y esto es una zapada"). Y en los bises, tal como ocurrió en Mar del Plata, Pedro Aznar ("Uno de los Beatles argentinos") interpretó "Perro andaluz", y el fantasma de Serú Girán dijo presente en la noche.

Más allá de la lluvia, el estigma García de los últimos tiempos ("El próximo show lo vamos a hacer desde una gruta"), estos tres recitales en el Luna Park, tal como decíamos en un comienzo, son la última etapa al menos de esta gira de "regreso" de Charly. Ya no hay nada que probarle a nadie: todo esta muy bien encaminado, y no hay señales de despiste. ¿Cómo sigue el futuro? No lo sabemos. Quizás un nuevo disco, por ahí más recitales con otra lista para ganar más confianza. Lo que sí sabemos es que, después de este Luna Park, para Charly García todo parece ser para mejor. Say No More, vamos al corte comercial, y adelante estudios centrales.

Por Pablo Strozza 
Fuente: Rolling Stone

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Volvio el Charly que Todos Querian Ver!

 
Charly García brindó el primero de los tres recitales en el Luna Park. La gente disfrutó y cantó cada uno de sus clásicos. Se puede decir que su música ya pasó por varias generaciones y que es "apta para todo público". Varios padres con sus hijos compartieron la pasión por Charly.

En lo musical, García está intacto. Sus dedos siguen haciendo magia en el piano. Se lo vio de buen humor y hasta bromeó con su gente. Se destacó la muy buena puesta en escena que acompañó con cuidado cada canción que tocaba.

El primero de los invitados fue León Gieco que tocó el tema"Los Salieris de Charly". También a pedido de García tocaron "El fantasma de Canterville". El otro invitado de la noche fue Pedro Aznar en Perro Andaluz y la magia de Serú Girán dijo presente.

El músico repasó todos sus discos solistas con temas como: "Demoliendo hoteles", "Promesas sobre el bidet", "Rap del exilio", "Filosofia barata...", "Rezo por vos", "Raros peinados nuevos", "Vicio", "Yendo de la cama al living", entre otros.

Hay que destacar la tarea de su banda formada por Hilda Lizarazu (coros), Fabián Von Quintero (teclados) , El "Negro" García López (guitarra), eternos compañeros de ruta, más la base chilena que viene tocando con García desde hace años, Kiuge Hayashida, Tonio Silva y Carlos González fueron los músicos encargados de acompañarlo sobre el escenario.

Fue el mejor recital que el ex Sui Generis dio desde que volvió a los escenarios. Con cada entrada el público se llevó una tarjeta para descargar canciones de la web. El 19 de marzo y el 3 de abril Charly vuelve con toda su música al templo del rock.


Haciendo historia: otros recitales de Charly García en el Luna Park:

"Adiós Sui Generis": El 5 de septiembre de 1975, en el Luna Park, el grupo se presentó ante 25.000 personas, una cifra impactante para la época. La concurrencia fue tal que tuvieron que realizar dos conciertos la misma noche. Se filmó una película y se editó un disco doble.

"Clics Modernos": Este material fue presentado los días 15, 16, 17 y 18 de diciembre de 1983 acompañado por Pablo Guyot (guitarra), Alfredo Toth (bajo), Willy Iturri (batería), Daniel Melingo (saxo), Fabiana Cantilo (coros) y Fito Páez (teclados).

"Piano Bar": el 25 de Mayo de 1985 presentó el disco acompañado por Pablo Guyot (guitarra), Alfredo Toth (bajo), Willy Iturri (batería) y Fito Páez (teclados). La puesta en escena fue realizada por Renata Schussheim y contó con el cuerpo de baile de Jean-Francois Casanovas.

Fuente: TN

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Una Noche con la Magia del Titiritero

En un concierto que significó un escalón superior a aquel Vélez subacuático, García comandó a una banda ajustadísima para una cabalgata que llegó casi a la treintena de temas, con apariciones estelares de Pedro Aznar y León Gieco.

Músicos: Charly García (piano y voz), Negro García López (guitarra), Fabián Von Quintiero (teclados y sintetizadores), Hilda Lizarazu (coros), Kiuge Hajashida (guitarra), Carlos González Vázquez (bajo) y Antonio Silva (batería).

Invitados: León Gieco y Pedro Aznar.

Público: 7000.

Duración: 2 horas 45 minutos.
Miércoles 17, estadio Luna Park (repite hoy y el sábado 3 de abril)


En un diálogo de The Notorious Bettie Page, la biopic sobre la modelo legendaria del pin up, una fotógrafa le precisa quiénes compran esas fotos suyas de corsets herméticos y tacos imponentes: “Gente con mucha presión, congresistas, médicos, abogados, gente que trabaja para que vivamos. Y si eso quieren, ¿qué hay de malo en hacerlos un poco más felices?”. Aplicar lo mismo a Charly García da idéntico resultado. No importa qué sea (lo que toque, tome, deje o diga), es Charly, el compositor clave de esa música popular que, antes de él, simplemente era música, a secas. Nada nuevo leyó usted hasta aquí y técnicamente no es algo errado, porque nada nuevo se vio el miércoles en el Luna Park. Salvo la concreción (a la fuerza) de un modelo que García exploró bastante en las últimas décadas: el del Charly como director y espectador, a la vez, de su propia música, ese García siendo un Dr. Parnassus de las melodías, obligado a perpetuarlas sin ya poder –o querer, cada uno habrá de hacer sus conjeturas– ejecutarlas él.

Varios momentos del primero de sus shows en el Luna (repetirá hoy y el 3 de abril) dieron cuenta de que esta nueva versión de Los Enfermeros –en la que a Hilda Lizarazu en coros, el Negro García López en guitarra y Fabián Von Quintiero en teclas digitales se suma un power trío chileno– es posiblemente la mejor orquesta que pueda dirigir. En esos ratos, Charly se despegó del piano y cobró aura de titiritero: así como Zucchero, George Clinton o Tom Zé, paseó por el escenario, habló con el público, celebró a sus compañeros y manejó los hilos de una banda precisa, atronadora y con atisbos psicodélicos. Señalizar y apenas acompañar con acordes y barridos de teclas, pero mantener la batuta vocal, ésa parecer ser hoy la fórmula, buscada y a la fuerza, a la vez.
El show está dividido, básicamente, en tres decenas de canciones: las del primer Charly solista, las de Say No More y un ping-pong final que va de costa a costa de su discografía. Si los recitales pudieran reproducirse como chorizos y usted fuera esta noche al Luna Park, vería salir a García más o menos a las 22.10, luego de que una bailarina de De la Guarda se desquitase por el aluvión del show impermeable en Vélez que la dejó sin participar. Con proyección urbana de posguerra detrás, Charly empezaría con “Demoliendo hoteles”, “Promesas sobre el bidet” y “Rap del exilio”. Lo elevarían, sentado en una viga, durante “No soy un extraño”. Vería, nuevamente al ras del escenario y tras su piano, cómo el Negro García López solea acostado en “Cerca de la revolución”. 

Dialogaría con las eternizadas voces de Lizarazu en “Filosofía barata y zapatos de goma”, pregonaría Viva Chile en “Vía muerta” y les dedicaría a los que quieren verlo muerto el estreno “La medicina”, que no destaca pero muestra esa crítica caricaturesca propia de la luz del mejor García.

Ahí subiría León Gieco y los ocho músicos obsequiarían “Los Salieris de Charly”. León querría irse pronto y Charly lo seguiría sobre el escenario, con el brazo derecho extendido (aunque ya sin brazalete de SNM), buscando su hombro. Le diría algo al oído y se dirigiría nuevamente al público: “Esta va fuera de lista, sin ensayo”. En un gesto remunerativo, León y Charly entregarían la inesperada “El fantasma de Canterville”. Diría aquello de “La canté acá cuando la mayoría de ustedes no había nacido” y algunos ya padres aplaudirían desde sus plateas (y desde su paternidad, inevitablemente).

Una primal “El amor espera”, otra vez con Charly como maestre ceremonial, inauguraría la segunda parte del show, un entramado de algunas de sus mejores piezas: “Rezo por vos”, “Yendo de la cama al living”, “Nos siguen pegando abajo”, “Influencia” y una canción hoy recargada de melancolías, fantasmas y sentidos: “Llorando en el espejo”. Entonces, si todo hoy fuese como el miércoles, parecerá no haber mejor música para simbolizar aquel papel que buscaba el hábil jugador que la que toca esta banda: una metralla revitalizante, aunque amarga y desgarradora. Emociones idas cuando la línea blanca se terminó para Charly, pero recobradas en la música, la que en definitiva es su droga.

La aparición de la segunda bailarina para “Pasajera en trance”, y su vuelo ascendente sobre el público (con un arnés, claro), darán en la tecla: podría ser el propio García elevándose para dar una tercera hora de show en ascenso directo, llevando la calidad a un pico cuando Pedro Aznar se haya sumado, si los invitados no cambian. Antes, y si es que va al Luna Park hoy, podrá oír “Raros peinados nuevos”, “I Feel Much Better”, “Vicio”, “Nuevos trapos”, “Estoy verde” y “No voy en tren”. Difícilmente, eso sí, Charly quiera repetir el tropezón en escena durante “Deberías saber por qué” y ese chascarrillo hecho al Negro García López: “¿Sabés Negro por qué uno se cae? ¡Para levantarse!”.

Ojalá usted tenga el placer de asistir a un final tan memorable como ése que sumó a Aznar para “Perro andaluz”, una genial (cualquier otro adjetivo es impreciso) obra maestra en manos de Aznar, García, Lizarazu, el Negro y el Zorrito. Y ojalá no se pierda la inesperada “Seminare”, anclada mucho más allá del 28º lugar de una lista de canciones, en miles de gargantas en combustión.
“No se va a llamar mi amor” y “Rock & Roll Yo” serán, entonces, algo así como el postre. Tal vez acompañadas de “No toquen”. Solo “tal vez”, porque el miércoles no la tocó. Tampoco hizo falta: el show, sobre todo en la segunda parte, subió escalones con talento y esfuerzo, ubicándose musicalmente bastante por encima del Concierto Subacuático. Tal vez por esa tranquilidad, García tan solo admitió la imposibilidad: “Chau, no doy más”. Al costo que tuvo dar más, mejor así.

Fuente: Pagina 12

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lunes, 15 de marzo de 2010

Charly Garcia a Israel!

Charly Garcia Se Presentará en Israel en Mayo, Repasando Todos Sus Exitos!
 
Embajador. O algo así. Esta etapa de "vuelta" de Charly García rebasó los límites de Latinoamérica y lo tendrá presentándose en Israel. Charly tocará el 12 y el 13 de mayo en el espectacular Anfiteatro Caesarea, de Haifa. Ojo, que es descubierto. Que no te llueva esta vez como en Vélez, García. Igual, el bicolor tiene puesta la cabeza en otro lado: después de cerrar la décima edición del Cosquín Rock ante más de 17.000 personas (en febrero), hará dos Luna Parks. Ya lo sabían: tocará allí el 17 y el 19 de marzo, a las 22. En Israel, se supo, se dedicará a repasar los clásicos de su carrera. En el Luna, en cambio, mostrará un tema nuevo y se presentará junto con algunos músicos invitados.

Fuente: Clarin

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martes, 16 de febrero de 2010

Charly se Dobla Pero No se Rompe

 
Su festejado paso por el Cosquín Rock 2010 demuestra que García va tomando su mejor forma. 

Cuando el año pasado Charly García decidió volver a los escenarios tras su prolongada internación hubo reacciones dispares. La gran mayoría no ocultó su alegría y satisfacción por verlo regresar a la acción pisando el escenario. Aunque también estuvieron aquellos que, no sin razón, expresaron sus dudas a través de interrogantes tales como ¿Estará listo para dar lo mejor de sí?, ¿no tendría que esperar un poco más? o ¿volverá a ser el de antes?, entre otros.

Ya desde aquel recordado e improvisado mini show dado frente a la Basílica de Luján quedó claro que difícilmente vuelva a ser el de antes. Pero, al mismo tiempo, fue muy destacable (a la vez que emocionante) descubrir su enorme fuerza de voluntad y sus inclaudicables ganas de rockear.
Como para demostrar que su regreso al ruedo era algo concreto, primero presentó un tema nuevo, “Deberías saber por qué”, que obtuvo una muy buena recepción, y luego anunció una pequeña gira latinoamericana con cumpleaños incluido en el Estadio de Vélez.

De todos modos, lamentablemente algunos no soportaron ver a un Charly así, de andar lento y movimientos pausados, síntomas lógicos de una persona que, aunque medicada, prefería compartir esta nueva y diferente etapa de su vida con sus seguidores y no encerrado en su casa mirando la televisión o el techo.

Bajo una lluvia torrencial y acompañado por una aceitada banda, García llevó adelante con creces su regreso triunfal en el José Amalfitani, en el recital que él mismo bautizó “concierto subacuático”. Allí, sus incontables seguidores dijeron presente y no les importó volverse a sus casas empapados y con una segura pulmonía posterior después de ver a un Charly que, dentro de sus posibilidades, cantó todos los temas de principio a fin y, desde el piano, fue algo así como un director de orquesta atento a cada movimiento de sus músicos.

No obstante, los necios que nunca faltan continuaron adelante con sus críticas filosas: “Parece una estatua de cera salida del museo de Madame Toussau”, “camina como la Momia” u otras crueldades del estilo me tocó escuchar en estos últimos meses. Y sinceramente no estoy de acuerdo. Sí coincido en que su dinámica no es la misma de otras épocas, pero prefiero a un Charly concentrado en lo suyo, tocando el piano, cantando los temas (bien o mal) de principio a fin y rescatando canciones que hacía mucho no interpretaba en vivo antes que la versión añorada por algunos “nostálgicos”; esa más volcánica, acelerada, desbordada y, sí, más "bardera", pero a la vez autodestructiva, en la que arrojar teclados por el aire, destrozar guitarras, patear o trompear a sus asistentes, ponerse a jugar con un celular de juguete y olvidarse de cantar (dejando esa tarea y la de “tapar los baches” a Hilda Lizarazu o las vocalistas de turno como en su momento fueron Fabi Cantilo o Celeste Carballo) dominaba la escena dando como resultado un espectáculo tristísimo y digno de lástima.

Más allá de estos cambios, García no ha perdido la agudeza, la ironía ni la estampa de rocker y así lo demuestran sus recientes apariciones en Mar del Plata, Punta del Este y su, hasta ahora, mejor performance: el cierre del festival Cosquín Rock 2010.

Lúcido, con una mayor desenvoltura y cada vez en mejor forma, el ex Seru Giran sigue demostrando que es arriba de un escenario donde más feliz se siente y en donde más le gusta estar. Si desde su regreso no lo vieron en vivo, los próximos 17 y 19 de marzo en el Luna Park asoman como una excelente oportunidad. Independientemente de los gustos de cada uno, lo cierto es que Charly puede doblarse pero jamás romperse. Ese es el aguante.

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Charly García y el Regreso de GIT Marcan el Cierre del Festival Más Importante de Argentina

El Cosquín Rock, que se hizo entre viernes y domingo y que cada noche juntó a 25 mil personas, tuvo el retorno del trío que en mayo pasará por Chile.

 Charly García. Foto: Marcelo Cáceres 

No tiene la espectacularidad tipo carnaval de Los Fabulosos Cadillacs, ni esa suerte de morbo que merodeó la resurrección de Soda Stereo. Pero el regreso de la formación original de GIT tiene una intención clara: hacer algo de justicia con una de las bandas más populares, y también más criticadas, del boom ochentero que vivió el rock latino.

La noche del pasado domingo, en la tercera y última jornada del festival Cosquín Rock de Argentina, el trío que integran Alfredo Toth (59), Willy Iturri (52) y Pablo Guyot (58) se volvió a abrazar en un escenario, tras 16 años de pausa, y lo hizo en el evento musical más convocante de Argentina y uno de los más masivos de la región. Aunque la noticia era comidillo desde hace semanas, la organización intentó montar un efecto sorpresa: el conjunto no salía en el cartel oficial y apareció sin aviso en el más grande de los tres escenarios, justo antes de Babasónicos, otro de los invitados estelares. Aplauso cerrado de las cerca de 25 mil personas a la agrupación que encarnó la faz más light y comercial del rock argentino.

Ahí la sorpresa cedió a la lógica: el trío sólo desenfundó sus dos mayores éxitos, La calle es su lugar y Es por amor, y demostró que aún tiene destreza y vitalidad para interpretar ese pop rock simple, sin pirotecnia ni estridencia que cruzó su discografía. Aunque  lejos del look glam de sus días juveniles, se vieron dignos: para la presentación en el festival que se levanta en la comuna de San Roque, a una hora de Córdoba, ya contaban con ocho semanas de ensayos.

El plan ahora es una gira que en mayo pasará por Chile, desde donde proyectaron su fama latina y que guarda como hito su paso por Viña 1987. "La idea es que sea un retorno en buen nivel. Veremos si haremos nuevos temas", sintetizó Roth en la conferencia posterior al show.

Como si se tratara de otro abrazo con el pasado, el cierre de Cosquín, cerca de la medianoche, estuvo en manos del artista que precisamente descubrió a GIT en los 80: Charly García, renovado y más robusto tras superar el colapso que casi lo tumba para siempre. El hombre del bigote bicolor tocó más de dos horas y las hizo todas: repasó hits desde Yendo de la cama al living hasta Influencia; lanzó una pulla contra el grupo alemán de punk Die Toten Hosen, que tocaba en otro escenario ("¡toquen cuando aprendan!"); y concluyó su show cerca de las 2 de la mañana, cuando la lluvia y el viento azotaban nuevamente las montañas donde se enclava el evento.

Junto a su trío de músicos chilenos -y aunque aún su voz se nota magullada y casi sin vuelta- García demostró que su resurrección escénica ya está firmada. "El sigue concentrado en la música y esta vez nada lo sacará de ahí", comenta en el backstage su mánager, Fernando Szereszevsky.

Un cierre a la altura del festival, que reunió a cerca de 100 nombres y que presentaba a dos chilenos: Gondwana, que lideraría el espacio dedicado al reggae el sábado y que no tocó debido a que un temporal derribó el escenario; y la banda metalera Lucas Yaksic, ganadores del concurso que define al representante local en Cosquín y que tocaron ese mismo día en el escenario dedicado al género, con un recibimiento más que correcto.

Charly Garcia en Cosquin Rock: Promesas Sobre el Bidet


Fuente: La Tercera 

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martes, 9 de febrero de 2010

Charly García: "Soy Indestructible"


 

Charly García dice sentirse pleno y asegura que no hará un culto a la sobriedad. Promete amor para Cosquín Rock. Charla a fondo con el genio en vías de recuperación.

No hace mucho tiempo, Charly García era atado y amordazado por enfermeros mendocinos luego de ponerle el cuerpo, una vez más, a su clásico Demoliendo hoteles.

Ahora, tras una internación en un instituto psiquiátrico, se ha decidido mechar un proceso de recuperación amparado por Palito Ortega con su vuelta a los escenarios. Los shows de “regreso” han tenido resultados satisfactorios para algunos y apenas dignos para otros, que no pueden sacarse de la cabeza eso de que “Charly se expresa con una marcha menos”.

En el cierre de la edición 2010 de Cosquín Rock, previsto para el domingo 14 de febrero, el espectador podrá sacar sus propias conclusiones sobre si hay un nuevo Charly. Pero nos adelantemos a los acontecimientos, ya que el genio está más que dispuesto del otro lado de la línea. “¿Un nuevo Charly? A ver... Hay una nueva conducta, una nueva filosofía de vida, digamos. Y hay mucha más lucidez y siento que estoy más abierto a las cosas. Es lo más claro de este cambio. Pero el fuego interior sigue”, detalla.

–Si hay nuevo Charly quiere decir que también hay otro viejo. ¿Extrañás algo de aquél?

–De la etapa desbordada recuerdo buenos momentos, porque no todos fueron horribles. También recuerdo haberme tirado de un noveno piso. Me parece un chiste, ahora no lo haría. Tampoco me voy a convertir en un santo. 

–Al revisar tu cancionero para armar la lista del nuevo show, dijiste que tu vida era producto de un plan maestro. Ahora que te estás recuperando, ¿cuál es el paso que viene? ¿Habrá más discos de Charly García?

–Mientras que haya discos habrá Charly García, jeje. En este momento estoy muy cuidadoso con el show. Le doy mucha preponderancia a eso, creo que el show está increíble. Estoy concentrado en cantar y sentir lo que canto. Lo del masterplan no me pasa con todas las canciones, pero con algunas sí. Incluso de Sui Generis. Cuando ya me empiece a quedar solo tiene momentos que se emparentan con algunas cosas que me han pasado. A Bob Dylan lo caracterizan como poeta y profeta, ¿no? Y bueno, me pasa algo similar, uno poetiza y profetiza al mismo tiempo.

–Para esta etapa armaste una banda sólida. ¿Pero cuál fue la banda de acompañamiento que más te gustó? ¿Los GIT más Fito con parte de Los Twist? ¿Las Ligas, Calamaro más los Fricción? ¿Los Enfermeros?

–De las que has enumerado, la única que se puede comparar con la actual en términos de potencia y afiatamiento, es la de GIT más Fito. Esta tiene un sonido más rocanrolero, porque cuenta con dos violas al frente casi todo el tiempo. Me gustaba esa banda, pero a la actual la siento más precisa.

–En “Deberías saber por qué” les exigís a los fans que tengan plena conciencia de por qué son fans. A propósito, ¿qué representa ser fan de Charly García? Hasta hace poco, los pibes creían que eran la reencarnación misma del rock & roll.

–Esa canción tiene esa cosa medio de reclamo, puede ser una canción de amor. Todo es un reclamo general para terminar en un reclamo personal. Porque fijate que digo “si entrás a mi apartamento...”. Y en eso me hace acordar a las letras de Dylan de la primera época, en las que le reprochaba a alguien y uno no sabía bien a quién. ¿Acaso no era a su fan promedio? Por otro lado, soy rock & roll, está en mi sangre. Quizá, lo de sexo y drogas haya pasado a un plano más... No sé, ahora mis intereses son otros, pero el rock & roll está.

–¿Harás un culto de la sobriedad de ahora en más?

–No, y me molesta cuando lo hacen. No me gusta sermonear. Por supuesto, si veo que un amigo tiene un problema similar al que tuve, lo aconsejaré. Pero la vida es algo para disfrutar, qué se yo.

–¿Podés superar la trilogía “Yendo...”-“Clics modernos”- “Piano bar”? El haber alumbrado semejantes obras, ¿te neutralizó alguna vez?

–No sé si los superaré, pero haré algo buenísimo. Estoy seguro de eso. Me falta encontrar un clic nuevo, algo que me motive como, en su momento, la dictadura me inspiró Yendo de la cama al living, o New York a Modern clics. En algún momento, creo que no muy lejano, algo me dará pautas para la expresión. A vos te gustaron esos... Está bien, yo miro hacia atrás y también me copo con Piano bar, pero no me gustaría repetirme.

–Muchas veces, muchísimas, se habló del entorno de Charly García. ¿Ahora tenés entorno o gente que te quiere de verdad a tu alrededor?

–Tengo gente que me quiere, de verdad. Entorno es un amigo tuyo que le dice algo a un periodista. Siempre aparece algún chanta como el que me sacó una foto para la revista Gente. Le decís “no lo hagas” pero es inútil. Son las reglas del juego.

–Con Spinetta, al visitarse uno a otro en sus sendos conciertos en Vélez, ¿saldaron una deuda? Lo pregunto porque, si bien lo tenían planeado, nunca pudieron hacer su disco en conjunto.

–No existían heridas por curar ni deudas por saldar. Es revitalizante cuando un artista como Luis Alberto se me acerca. Nos divertimos, nos confesamos admiración mutua. El otro día, vino Pedro e hicimos una versión de Perro andaluz que fue genial. Hay músicos increíbles en este país. Siempre es bueno que alguien te chicaneé un poco. Es bueno juntarse con los grandes porque entonces estás obligado a pelar grosso.

–Una vez dijiste que harías un reality en el que se entrara famoso y se saliera desconocido; otra, solicitaste un peso por cada argentino para compensar tu aporte a la cultura nacional. ¿Qué tenés en mente ahora?

–Se me ocurre decirle a la gente que vaya a Cosquín, que vaya con el oído abierto y que, además del sonido y luces de primer nivel, en los conciertos se está dando una cosa muy de amor. Hacemos el amor todos. Y la precisa sería: “Say No More es indestructible”.

El miedo a morir...

–En los últimos meses fallecieron Mercedes y Sandro. ¿Algo para decir? ¿Y vos? ¿Le temés a la muerte?

–Hasta el perro del vecino le tiene miedo a la muerte. Es una sensación inoxidable... Ponele comillas a inoxidable, por favor. En cuanto a lo de Mercedes, la vi muy poquito tiempo antes de su muerte. Grabamos Desarma y sangra y al poco tiempo murió. Lo que supe por su hijo es que se fue en paz, con plena conciencia de que se apagaba. En el caso de Sandro, fue diferente. Se vivió con mucha angustia la llegada del pulmón, el trasplante... Fue como una batalla. Lamentablemente, la perdió, pero también el país perdió a un símbolo. Ambos seguirán en la memoria de todo el mundo. Yo los llevaré en mi corazón.

Fuente: La Voz

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viernes, 5 de febrero de 2010

Fernando Szereszevsky (36): De Vocero de Alberto Kohan a Salvador de Charly García

Fernando Szereszevsky y Charly García en un avión. La foto fue subida a Facebook por el manager del cantante.

Cuando a principios de los '90 estaba al frente de los micrófonos de FM La Tribu, Fernando Szereszevsky (36) nunca imaginó lo que el futuro le deparaba, ni mucho menos que se codearía con figuras de la política y estrellas del rock and roll nacional, haciendo de su vida una síntesis perfecta entre el poder presidencial, la cultura y el espectáculo. Sin embargo, lo impesado ocurrió y el joven llegó a la cúspide del poder durante la década menemista y hoy ocupa un lugar envidiado por muchos: es el manager de Charly García.

La propuesta. Un día, cuando estaba en el edificio de la radio en Lambaré al 800, una casa que había funcionado como un hotel de inmigrantes, un amigo le llevó una propuesta que sonaba disparatada. "Me propone trabajar como prensa de un peso pesado del Gobierno", recuerda en diálogo con Perfil.com. "Como la radio era de una posición y militancia cultural de izquierda, me parecía algo difícil de entender ir a trabajar en el Gobierno", dice.

El peso pesado del menemismo era el todopoderoso secretario General de la presidencia Alberto Kohan. "Se dieron una serie de circunstancias y lo conocí a Kohan, que me cayó muy bien, y ahí empecé, yo era muy chico, tenía 22 años". Szereszevsky aceptó ser vocero del político y después no hubo vuelta atrás. "Ahí empezó todo, comence a trabajar con figuras, pero por ahí Kohan y Charly son los más conocidos", afirma. Entre otros, el actual manager de Charly asesoró en temas de comunicación a figuras como el gobernador bonaerense Daniel Scioli, con el que tiene una gran amistad, y el historiador y escritor Pacho O' Donnel.

La foto Menem-Charly. En 1999, Menem ya se despedía del poder, ante el fracaso de su re-re-elección, cuando se sacó la mítica foto con Charly García en Olivos, tapa del diario Clarín y de amplísima repercusión pública.El joven vocero de Kohan fue el encargado de gestionar el encuentro, sin saber que que ese encuentro volvería a imprimir un giro drástico e inesperado en su vida. 

-¿Fuiste el gestor de la foto entre Charly y Menem?

- En realidad el gestor fue el propio Menem, se habían conocido en una fiesta y los dos habían tenido como una buena onda. Él lo quiso conocer y bueno... Como yo siempre tuve un costado cultural y musical, fui el encargado de acercarlos.

-¿Que efecto tuvo esa foto?

- En su momento, mucha gente se enojó con Charly por haber ido a ver a Menem, pero la verdad de la cosa es tremendamente más simple: Menem estaba en el ocaso del poder, estoy hablando de fines de 1999, no lo necesitaba a Charly para ninguna cosa política, porque ya estaba saliendo de su mandato. Y por el lado de Charly, como es un transgresor, una persona que va diferente a todos, cuando todos se alejaban de Menem, él tomó un camino inverso y dijo "¡Yo voy!".

El manager de García afirma que lo que pasó ahí, entre ellos dos, fue una "cosa fraternal muy mística" y enseguida se explaya en su definición: "Pegaron una onda muy importante, desde lo emocional, desde el cariño, desde las cosas simples; ninguno buscaba algo del otro, no había un rédito político en ninguno de los dos lados".

"A Charly lo podían condenar por la foto", advierte, pero "se generó en el llano algo que la gente no lo entiende, ve nada más que la foto", dice. Para Szereszevsky, hubo una suerte de choque de planetas: "Lo importante fue lo que pasó nivel humano de energía, se encontraron dos tipos de un alto perfil", grafica.

La era García. A raíz de ese encuentro, el vocero de Kohan comenzó a forjar una buena relación con Charly García. "Empecé haciendo unas cosas para él y terminé siendo su manager. Siempre nos tuvimos mucho respeto, hasta en los momentos más difíciles conmigo se portó bien. Como yo vengo de otro palo, nunca fui de esos que le decían todo que sí".

"Él te prueba mucho, quiere saber hasta dónde llega el otro, quizás por esa actitud que siempre tuve con él, de tratar de buscar lo mejor para él, y no ser un alcahuete que siempre decía que sí, eso él lo valoró y durante muchos años, aún no trabajando con él, cuando tenía un problema complicado, sentimental, económico, siempre me llamó y mantuvimos el vínculo", describe.

El 10 de junio de 2008, cuando García estuvo al borde de la muerte por mezclar alcohol y ansiolítico en Mendoza, el músico atinó a decir "llámenlo a Fernando" antes de ser internado. A partir de allí, nunca más se separaron.  "Sentí un compromiso moral. Yo lo quiero muchísimo, lo admiro, y ese compromiso me hizo estar desde ese día con él, desde entonces no lo deje ni un sólo día".
Ese primer día, en la clínica, cuando García se debatía entre la vida y la muerte, ambos hicieron un pacto. "Dijimos que había que salir de esto y demostrarle a todo el mundo que él otra vez se podía sustentar; hicimos un pacto muy fuerte y hasta el día de hoy se mantiene inalterable y eso nos mantiene muy unidos. A pesar de que en la primera etapa era dura la lucha, porque las clínicas psiquiátricas son muy difíciles, ver lo que pasa adentro es complicado, eso nos unió mucho", relata. 

- Charly te nombró como uno de sus salvadores, cómo lo tomaste... ?

- Él es una persona muy sensible, pero que a veces le cuesta exteriorizar lo que siente. No sólo que lo haya dicho públicamente, te diría que me importa más que haya me lo haya dicho en privado. Todo me genera un compromiso de seguir a muerte con este proyecto.

Rock, política y los Nº1. "Los tipos que son número uno tienen comportamientos parecidos", reflexiona Szereszevsky. "La cabeza de un número uno tiene algunas cosas que lo igualan, evidentemente la política y la música no son lo mismo pero la ligazón está: tiene que ver con el poder, con lo que se genera en el otro", esgrime el manager.

- ¿Cuáles son las diferencias de trabajar con el político y una estrella de rock?

- Está claro que la política está visto con desprestigio en Argentina, a diferencia de un músico que es una cosa artística y querible. Desde ese punto de vista, la concepción es totalmente diferente. Puede sonar hasta que estar al lado de un músico es mucho más fácil. A veces cuando trabajaba en política me decían: 'Ehhh... cómo vas a estar trabajando con políticos'", y ahora, trabajando con Charly, te dicen '¡Qué bueno!', es una diferencia enorme

- ¿Y a nivel profesional?

- En lo profesional, son los dos de alto nivel, los dos tienen sus cosas, los dos necesitan un nivel de concentración, de estrategia y de trabajo enorme. Socialmente es mucho más atractivo trabajar en el rock o con un músico, como Charly García, porque te pone en un lugar más divertido. Pero a mí me gusta y es mi especialidad trabajar con números unos y disfruto muchísimo. Disfruté mucho trabajar con Kohan, porque era muy chico y aprendí muchísimo, y disfruto mucho de trabajar con Charly, no sólo por él, sino por cómo se dio esta última etapa y lo que se generó con lo que pasó. Eso me llena un poco de orgullo.

-¿Cómo está Charly hoy?

- Está cada día mejor, pensando cada vez mas en la música, porque cada vez va disminuyendo más la intensidad del tratamiento y eso lo conecta cada vez más con la política, esta volviendo a componer, a pensar, a trabajar. Lo veo mejor que nunca, está disfrutando de todo lo que le pasa.

- La ultima: ¿siguen hablando Menem y Charly?

- Durante toda la etapa de recuperación, Menem se preocupó mucho por él y lo llamó varias veces. Algunas veces hablaron y tienen buen vínculo. Quedo el cariño y el afecto. Cuando Menem estuvo enfermo, también Charly se preocupó para ver cómo estaba. No se ven, ni tienen demasiada relación, pero quedó el cariño.

Fuente: Perfil

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jueves, 4 de febrero de 2010

Palito Ortega: Su Relación con Charly García

Palito fue la persona que tomó la responsabilidad de intentar la recuperación de Charly García, una apuesta que pocos creían que podía llegar a buen puerto.

Actualmente, con Charly con plena recuperación, el logro de Palito es evidente.

Sobre la actualidad y de su relación del genial músico argentino; Palito destacó que era un deber ayudar al amigo y admitió que hay grabaciones en conjunto, que quizá algún día salgan a la luz.

-¿Cómo está Charly?

-Anda muy bien, lo veo un poco menos porque estoy con mi gira y mi trabajo. Él también tiene lo suyo, como un Luna Park y cerrar el Cosquín Rock. Tiene otras propuestas también, porque es una gran figura. Está muy bien, convivimos siete meses tratando de salir de un mal momento e hice lo que debíamos, que fue ponerle el hombro a un gran amigo. Ahora está recorriendo un camino que pocos creían que podía retomar.

-¿Qué relación tenían antes de esto?

-Era una amistad de mucho tiempo. Por un momento nos distanciamos, pero en los últimos cuatro o cinco años venía asiduamente a grabar a nuestros estudios. Ahí se recompuso la relación y cuando tuvo esa crisis final, me metí en el problema y vimos cómo podíamos solucionarlo. De esto se trata la vida, de involucrarse y no quedarse opinando lo que le sucede al otro.

-Sorprende esta relación porque artísticamente son muy distintos.

-Evidentemente, somos diferentes en cuanto a la música que hacemos. Mis canciones están atravesadas por una gran simplicidad y eso lo tengo claro. Yo no tuve la suerte de ir a un conservatorio y aprender la música que sabe Charly, es más, no sé si tenía la capacidad de aprender lo que aprendió él. Lo mío fue más intuitivo, más a pulmón, más peleado. Charly era profesor de música a los 12 años y lo querían llevar a Europa para tocar música clásica. A esa edad, yo vivía en una casa que no tenía agua potable ni luz eléctrica. En algún punto tenemos algo en común, pero en lo músical no, porque es un hombre de gran formación, con un talento extraordinario.

-¿Se puede pensar en algún disco Palito-Charly?

-Tenemos algunas grabaciones en conjunto, no es algo que nos desvele. Él veía el Club del Clan, se escapaba de la madre que lo quería hacer tocar solamente música clásica, y ahora cuando nos encontramos en fiestas, siempre canta “Media novia”. Puede ser que hagamos un disco de rock and roll clásico. Lo que grabamos fue un tema que compuso él de chico, influenciado por el Club del Clan.

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jueves, 28 de enero de 2010

Muchmusic Presenta en Exclusiva el Nuevo Video de Charly García

 
















En el marco de “VIDEO URGENTE”, el canal proyectará antes que nadie “Demoliendo Hoteles”, el primer corte...

Muchmusic transmitirá, como parte de su segmento “VIDEO URGENTE”, “Demoliendo Hoteles”, el primer corte difusión del nuevo DVD de Charly García llamado “Concierto Subacuatico”, el gran regreso del músico a los escenarios, considerado uno de los mejores shows de la historia del rock en Argentina. Una oportunidad única para que sus fanáticos puedan disfrutar de este material inédito, en exclusiva por la pantalla de MuchMusic, el lunes 1º y el martes 2 de febrero, en horario rotativo.

El pasado 23 de octubre Charly volvió a los escenarios y se presentó en el estadio de Vélez ante 40.000 fanáticos que, pese a las fuertes tormentas, resistieron para escuchar el mejor rock. En ese marco, fue grabado Concierto Subacuático, en formato High Definition, con un total de 18 cámaras, que hoy, tres meses después, presenta para todos sus seguidores.

Charly García es sin dudas una de las figuras fundamentales de la música contemporánea argentina. Su debut discográfico se produjo en el año 1972, cuando participó del primer disco de Raúl Porchetto, titulado "Cristo Rock". Durante su larga trayectoria integró las bandas que dejaron su historia marcada en miles de argentinos: Sui Generis y Serú Giran. Su personalidad y estilo musical fueron determinantes para que su público se renueve generación tras generación. Es así como en agosto de 2009 anunció su regreso con una gira que comenzaría el día de su cumpleaños, y que continuará muy pronto en el Luna Park.

¡No te pierdas este material exclusivo que MuchMusic tiene para vos!
El lunes 1º y martes 2 de febrero, en horario rotativo.

Fuente: Gente Ba

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miércoles, 27 de enero de 2010

Charly Garcia en Mar del Plata

La gira “Tengo que volverte a ver” continúa ¿Cuántos shows van? Vélez, Ecuador, Rosario, Punta del Este, ahora es el turno de Mar del Plata.

Charly esta vivo, curando su corazón, reencontrándose con el lugar donde se siente más cómodo y con el afecto de sus amigos músicos, con el doble encuentro con el Flaco en Vélez, con la participación de Nito Mestre y de Fito Páez en Rosario, o con una imprevista visita el jueves pasado durante el show de Pedro Aznar en Mar del Plata ¿Qué habrá esta noche?

Es una entrevista para el diario La Capital (Mar del Plata) adelanta que va recuperando sus manos, que esta componiendo y grabando algunas cositas –para alegría de la Negra que lo cuida desde arriba- y que todavía no hay planes de cómo producirlo (luego del fracaso de Kill Gil), pero feliz por la difusión de su nuevo video “Deberías saber porque”. También nos adelanta que habrá algún reencuentro con Nito pero por ahora será algo ocasional, que no nos hagamos más ilusiones por ahora.

Cuando suena Pubis Angelical, diez minutos después de lo anunciado, comienza el show.

La selección de hits de todos los tiempos mantiene la misma base de las presentaciones anteriores, aquí las que recuerdo de Mar del Plata son: El amor espera, Fanky, Cerca de la revolución, Chipi chip, La hija de la lágrima, Rap del exilio, Promesas sobre el bidet, Adela en el carrousel, Rezo por vos, Llorando en el espejo, Pecado mortal (nos siguen pegando abajo), No soy un extraño, Canción de dos por tres, Demoliendo hoteles, Yendo de la cama al living, Raros peinados nuevos, Vicio, Buscando un símbolo de paz, No voy en tren, Influencia, Pasajera en trance, Deberías saber porque, Perro andaluz, Hablando a tu corazón, No toquen, Rock and Roll yo.

Quedan tantos temas buenos afuera que se podría hacer otro show de dos horas más, totalmente distinto.

Si Vélez fue la prolijidad de la presentación –todo ordenadito-, en Rosario lució el protagonismo del Negro García López, aquí en Mar del Plata se ve un Charly cada día más suelto. Recuperar la confianza y la libertad es el segundo paso, tan difícil como el primero, allá vamos.

Y Charly, con su pasito de la momia, sus brazos flotando al frente, sus pies lentos uno por vez, su físico flaco y su ropa holgada, prefiere cada vez más el micrófono en el centro del escenario a su banco frente al piano negro que lo viene acompañando.

Esto no resta potencia al Negro García López, ni solidez a la base del trío chileno -con Kluje Hayashida en guitarra, Tonio Silva Peña en batería y Carlos González en bajo-, mientras el Zorrito Fabián Quintiero –el único autorizado a subir un Gancia al escenario- coordina los tiempos, e Hilda Lizarazu recorre el escenario y acompaña la voz algo áspera y con algún bache de Charly.

La música de Charly siempre ha sido rítmica y pegadiza, eso es lo que se disfruta abajo del escenario. Buscando un símbolo de paz invita a bailar, con las tumbadoras de Kluje, y Pasajera en trance es el momento que Hilda ocupe del centro del escenario.

El show sale sobre rieles, Charly esta bastante previsible por eso emociona pero no sorprende demasiado la aparición de Pedro Aznar para tocar Perro andaduz y Hablando a tu corazón. "Yo tuve muchas bandas, pero a una le decían 'Los Beatles argentinos'. Quiero presentarles a un amigo: Paul Mc Pedro Aznar". Cada presentación en Argentina ha tenido invitados muy queridos.

Todavía no terminó, el final será bien roquero, con No toquen y Rock and roll yo.

Videos!

Charly Garcia con Pedro Aznar - Perro andaluz (Mar del Plata)



Charly Garcia con Pedro Aznar - Hablando a tu corazon (Mar del Plata)




Charly Garcia - Fanky (Mar del Plata)



Fuente: Zona Norte

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lunes, 25 de enero de 2010

La Confirmación del Nuevo Charly

 
Con su voz inconfundible y sensiblemente mejorada, García ratificó en Mar del Plata lo que había esbozado en Vélez. Su público, agradecido.

“Puedo ver y sentir y decir: algo ha cambiado”, canta Charly García promediando su show en el Polideportivo de Mar del Plata. La letra se reactualiza, tomando más sentido que nunca, e “Influencia” se convierte, entonces, en una suerte de autoprofecía cumplida. Luego de la conmoción que generó su regreso a los escenarios en Vélez (aquel recital bajo la lluvia que algún cerebro del mundo discográfico llamó “el concierto subacuático” para comercializarlo en formato DVD), esta nueva presentación pocos meses después deja en claro una sola cosa: que evidentemente algo ha cambiado. Cambió el Charly que vemos porque primero cambió el que no vemos.

Esa larga y dura procesión interna que comenzó en agosto de 2008 y que hoy, a la vista de los hechos, parece convertir en un mal chiste todos los descalabros que generaron su internación, actualmente reconvertida en rehabilitación ambulatoria. Rehabilitación que sigue en su casa y que parece estar dispuesto a confirmar cada vez que se presenta en vivo. Como el sábado, por caso, cuando mostró su nueva versión ante un moderado auditorio que tomó el gimnasio marplatense, pero que no pudo llenarlo (¿a quién se le ocurrió la idea de dividir el campo en dos?). Una versión definitivamente más feliz que la que se acostumbraba a ver de un músico brillante que parecía haber dilapidado su capital artístico entre divismos y caprichos, y que ahora irrumpe más generoso que nunca.

Es que si antes erraba caóticamente por el escenario pateando micrófonos y abandonando sus instrumentos en medio de sus canciones, ahora parece haber entendido que no existe mejor forma de construir su propio espacio sobre escena que, justamente, respetando el de los demás. Entonces sólo se limitará a tocar su piano de cola y a cantar. Aunque “limitar” suene a verbo obsceno para quien supo hacer de sus dedos y su voz las armas con las que desarrolló una carrera musical brillante por su actitud de no admitir barreras artísticas. Claro que también habrá tiempo para que se desplace por el escenario y se exprese con su cuerpo improvisando, incluso, unos simpáticos pasos de baile. Pero los roles parecen estar bien definidos. A García le corresponde un lugar menor en términos “topográficos”: ya no domina el centro con aquellos teclados castigados por la desidia y su cara siempre desafiante, sino que su nuevo sitio está a la derecha de la escena salvo cuando, eventualmente, abandona su piano para tomar el micrófono central y rubricar la faena colectiva con su voz inconfundible y sensiblemente mejorada. Y no es que se trate de una pérdida de importancia en la presentación en vivo. Todo lo contrario: es la renovada trinchera desde la cual vuelve a dar batalla. Ya no quedan rastros de aquel Charly ególatra que les exigía subordinación a sus músicos y paciencia eterna a espectadores que supieron esperarlo horas y horas por su aparición durante largos años, aunque haya lugar para una planeada zozobra cuando el músico cante “soy el que cierra y el que apaga la luz” en “No voy en tren”, y se haga su voluntad durante cinco minutos de oscuridad y silencio.

Lo que se ve en estos tiempos es un hombre de buen semblante, agradecido por el apoyo renovado de su público y generoso con quienes lo acompañan en este nuevo camino. Por eso reclamará aplausos y más aplausos para “una banda que se la re banca”, y les dará a cada uno el espacio y el momento para que confirmen por qué fueron elegidos. Después de haber pasado la brava, el trío chileno compuesto por Kiushe Hayashida (guitarra y coro), Tonio Silva (batería) y Carlos González (bajo), demuestra estar siempre dispuesto a acompañar al García que les toque en gracia. Hayashida, incluso, exhibe su amplitud musical poniéndose al frente de la percusión en algunos pasajes y, a su vez, complementándose a la perfección con el histórico Carlos García López (¿quién se anima a negar que son los dos violeros más virtuosos que tuvo Charly en toda su carrera solista?). Fabián Quintiero sigue destapando detrás de los teclados todo el potencial performer contenido en su experiencia como bajista de Ratones Paranoicos, e Hilda Lizarazu barrena el escenario una y otra vez poniendo su voz y su cuerpo al servicio de un espectáculo que cobra forma de tal, en gran parte, gracias a su despliegue artístico, destreza física y sensualidad inalterables al cabo de décadas.

Lo musical, aunque causa y efecto de este y tantos otros shows que figuran en la agenda de Charly García (los más importantes: 15 y 17 de marzo en el Luna Park), queda inevitablemente en segundo plano. Los clásicos de siempre suenan más ajustados y sobrios que nunca, siempre condimentados por rescates inesperados (“Adela en el carrousel”) y convidados de ocasión (esta vez, Pedro Aznar, a la hora de “Perro andaluz”, de Seru Giran, y “Hablando a tu corazón”). Lo realmente importante de esto es que las páginas amarillas no extrañarán tanto a aquel constante promotor de escandaletes como sí extrañaba la música a ese artista que parece más decidido que nunca a reconstruir su genio y figura sobre ruinas que parecían irreparables. Y que ahora asoman apenas como insolentes escombros sobre un camino largo, pero ya emprendido.

Fuente: Pagina 12 

Video del Recital en Mardel!

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domingo, 24 de enero de 2010

Charly García en Mar del Plata: Huellas en el Mar


El músico se presentó en el Polideportivo de la Ciudad Feliz, en la previa de lo que serán sus dos shows en el Luna Park. Crónica y fotos.

"Yo tuve muchas bandas, pero a una le decían 'Los Beatles argentinos'. Quiero presentarles a un amigo: Paul Mc Pedro Aznar". De esta manera Charly García le retribuyó gentilezas a su ex compañero de Serú Girán: el pasado jueves Say No More fue el invitado de lujo en el show del multriintrumentista en Mar del Plata, y en la noche del sábado Pedro se sumó al concierto de García en el Polideportivo de la ciudad, para interpretar "Pedro andaluz" y "Hablando a tu corazón". 

El recital de Charly, que se llevó a cabo dentro del ciclo de shows rockeros del verano 2010 de Personal en Mardel, no tuvo ninguna sorpresa en relación a los que viene dando desde su regreso en Perú: la misma lista de temas, los mismos yeites escénicos por parte suya y de su banda. Lo que sí se puede destacar es otra lógica mejora en la precisión del combo (ensayo + kilómetros de rodaje) y más agilidad física en el propio García, que en algún momento se permitió un pique corto en la distancia que iba desde el mic de pie hacia su piano de cola negro.

Este show de Charly puede ser visto tranquilamente como la previa a los que dará en marzo en el Luna Park, más allá que en el medio este la presentación en Cosquín Rock. La similitud entre el Polideportivo y el Palacio de los Deportes porteño (dos espacios indoors) hacen pensar en una ampliación de las visuales que se vienen exhibiendo en los últimos recitales de SNM (cortesía de Pichón Baldinú) y, en una de esas, una adaptación para interiores de la frustrada puesta en escena que se debería haber visto en lo que terminó siendo el "concierto subacuático" de Vélez Sarsfield. Los agoreros pueden hablar de previsibilidad, y otros podrán responder que esa cualidad es mejor a encontrarse con tocadas que podían durar cuatro horas o dos canciones, sin término medio. Y Charly García miraría ambas posiciones, y respondería: "Rock and Roll Yo. Say No More".

Por Pablo Strozza - Fotos de Segismundo Trivero (Enviados especiales a Mar del Plata)

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sábado, 23 de enero de 2010

"Les Demostré a mis Enemigos que Estaban Equivocados"


Esta noche Charly García cantará en el Polideportivo. El rockero dialogó extensamente a agenda abierta con varias respuestas acordes a su particular perspectiva.

Esta noche a las 21.30 en el Polideportivo, el músico Charly García concretará su primer concierto en Mar del Plata tras su comentada recuperación física, razón por lo cual aceptó un diálogo a solas con LA CAPITAL, donde habló de su vida y de las cosas que actualmente concitan su atención. Una charla que deparó las siguientes apreciaciones:

- Pasaron un par de años desde tu última visita a la ciudad. ¿Cómo estás viviendo ahora este arranque de año?

- Tanto tiempo? bien. Lo que vivo en estos meses significa una especie de renacimiento, estar haciendo algo muy bueno con la banda, estoy muy bien a nivel personal, me siento muy feliz. Digamos que la vida a través del destino me dio la oportunidad de vivir las cosas de otra manera, se puede decir así, fue algo muy complicado pero tuve amigos que me ayudaron y yo le puse mucha garra a toda mi rehabilitación, así que podríamos decir que se trata de una cosa conjunta. Yo estoy muy contento de tocar y hacer las cosas bien, estoy disfrutando las cosas como han venido saliendo. Mis manos están muy bien, ya lo van a ver en el show, noto que mis manos están como antes, pero hay un detalle más importante aún, el cerebro está más claro.

- Y ahora está por salir "El concierto subacuático", un DVD con tu cumpleaños celebrado bajo la lluvia en vivo en Vélez.

- Sí, eso fue muy increíble, le dio un dramatismo y eso se podrá observar claramente cuando salga el DVD, fue algo muy especial, una situación sencillamente increíble. Esto fue una asignatura pendiente que gracias a Dios se pudo cumplir, tal vez por suerte o casualidad, no sé cómo se puede llamar a eso que sucedió, pero realmente me remití a la música que venía de atrás y superé una cortina de agua, salió algo genial para la gente, que quedó encantada.

- A fines de 2009 tuviste un par de encuentros muy emotivos con Spinetta en Vélez.

- Con Luis hay una admiración mutua gigante, él fue mi ídolo en una época, en realidad lo sigue siendo y yo percibo que también soy su ídolo, entonces es muy grande y grato tocar con alguien que respetás y admirás tanto.

- Nito Mestre te acompañó mucho en esta última etapa. ¿Volverá Sui Generis?

- Mirá, no lo creo, voy a cantar con Nito de nuevo, eso seguro, él hará alguna colaboración en mi disco, pero al menos colaboró en vivo en el recital en Santa Fe, una noche que cantamos "Cuando me empiece a quedar solo" (Sui Generis), fue algo muy emotivo. Por ahora la vuelta de Sui Generis es algo que veo lejano, pero "nunca digas nunca".

- El primero en hacer pública su felicidad por verte bien fue Peter Gabriel a los medios cuando contó la charla que sostuvieron en marzo pasado.

- Sí, no te puedo decir que es un gran amigo mío pero tenemos una onda telepática mental bastante fuerte, yo sé que él se alegra de verme bien, me lo dijo cuando nos encontramos en Vélez antes de su concierto, que estuvo realmente fantástico.

- ¿Tenés canciones para publicar un nuevo trabajo luego de tanto tiempo?

- Luego de "Deberías saber por qué" se puede decir que tengo más material, algunas cosas están grabadas en el estudio de Palito (Ortega) y otras las estoy "amasando" ahora, pero lo que hay hasta el momento es bastante bueno como para un disco. No lo veo directamente relacionado con nada de mi anterior obra, es una situación musical más cercana en el tiempo, por lo menos las canciones que hice tienen electrónica y dulzura, he logrado un buen balance, como en su momento fue "Clics Modernos", pero esto de ahora no se parece a aquel álbum.

- ¿La idea con esas nuevas canciones es sacar este año un nuevo álbum?

- Sabés, veo que los discos están desapareciendo y no sé realmente en qué formato voy a manejarme. Probé con "Deberías saber por qué" y realmente tuvo una difusión increíble, eso fue apenas un single, una sola cosa del disco, así que no sé si se materializará como un CD, si fuera por mí sería un disco de vinilo, pero no descarto intentar nuevas rutas.

- ¿Sos consciente de que mucha gente rezó e hizo fuerza para que te pusieras bien?

- Sí, lo sé, la gente me lo manifiesta en la calle, están muy contentos de que esté en esta etapa y que haya superado la otra. A los que me criticaron les demostré que estaban equivocados.

- ¿Tuviste miedo de hundirte del todo y no poder salir de ese abismo?

- No, en el fondo siempre vi esa luz que te hace poner en forma. La zanahoria para mí era tocar de nuevo, realmente tenía muchas ganas, entonces hice todo lo posible para llegar a hacerlo, estoy muy conforme con lo hecho.

- Lo cierto es que ahora hay una corriente de afecto y cariño poderosa hacia vos.

- Sí, todo lo que viene del corazón realmente se siente más que las cosas que llegan desde el cerebro y yo eso lo he sentido, lo percibí con los compañeros de internación, con Palito, a mucha gente que sería largo nombrar, que ha tenido fe en mí e hizo lo posible para ayudarme.

- Después de darle a los demás tanta alegría y amor, ahora también vivís la felicidad de una mujer que te manifiesta esos sentimientos a vos.

- Estoy mucho más abierto a recibirlos, así que creo que este es el momento indicado.

- En apenas cuatro meses se nos fueron Mercedes Sosa y Sandro. ¿Cómo asimilaste la pérdida de dos personas bastante vinculadas a tu vida?

- Y? Con la sensación horrible de que ya no van a estar y no los voy a poder ver más, pero con tranquilidad también. Sé que la "Negra" se fue en paz, Sandro no sé, pero realmente entiendo que son dos muy grandes pérdidas para la música.

- En pocas horas estás llegando a Mar del Plata, supongo que vendrán recuerdos.

- Sí... el Hermitage, la Bristol, bueno, muchas cosas. Tengo ochenta mil cosas que me acuerdo, tengo un club de fans, "Los Aliados", les mando un saludo a través tuyo.

Por Gabriel Imparato Fuente: La Capital

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